En mi caso, la caída del
cabello para mí ha sido un desastre, ante otros males de la tiroides, antes
lloraba mucho y me deprimía, me angustiaba no quería salir, no encontraba que
champú usar, no me quería peinar y ni hablar de ir a un salón de belleza, todo
eso quedo exonerado para mí cuando la tiroides debilito mi cuero cabelludo y comenzó
a tumbarme el cabello, lo externo no me sirvió de nada, si la medicación no
estaba bien, el cabello estaba mal.
En este camino, hacen algunos años me toco usar una peluca,
en mi experiencia me fue muy mal, me sentía angustiada y ya pensaba que se me
iba a caer, jajajajajaj, sentía que todo el mundo me miraba, cuando la usamos
por coquetería y para adorno se siente muy bien, pero cuando sabemos que es
porque abajo no hay nada o poco o por enfermedad, se hace bastante incomodo, es mas difícil, sin
embargo le doy gracias a Dios que les ha dado a tantas mujeres esta solución y
opción temporal o parcial, para cubrir su linda cabeza.
En estos largos Diez años sin la tiroides, he tenido el
cabello más hermoso y brillante, abundante y largo, como el más corto, feo,
opaco, enfermo o casi nada de el en mi cabeza.
Por largas temporadas, se queda estancado sin
crecer, cayéndose, con dolor en el cuero
cabelludo, debilidad entre otras cosas. Esto realmente me entristecía tanto, no
quería ni mirarme al espejo, pase años esperando que llegará el gran día de
verlo sano y en crecimiento ¿Pero saben qué? Está espera desesperante me estaba
robando la vida y sumergiéndome en una dura y fuerte depresión, ansiedad y tristeza.
Un día Dios llegó a mi vida y me enseño que yo no valía una
hermosa cabellera, sino mucho más que eso, que El había puesto sus ojos en mi porque me
amaba y me veía como la más hermosa de las mujeres, sabía que había sufrido y estaba sufriendo, pero El quería bendecirme
y usarme para ayudar a otros, cuando Dios se fijo en mí, no vio mi cabello sino
mi lucha y un corazón necesitado, un corazón que pedía ayuda y restauración y
que estaba perdido, que anhelaba la calma, ya no deseaba vivir
con los ojos puestos en la triste enfermedad, ni en la depresión, ni en el que dirán sino que deseaba poner los
ojos en la alegría, en la paz y en la gloria del Señor.
Mujer; quita tus ojos de tu enfermedad y entregásela a Dios,
El es el mejor médico que existe y te quiere ayudar, ya no sufro mas por mi
cabello, me he concentrado en mi relación con Dios y en el valor que tengo para
El, para el Señor soy hermosa no importa lo que digan los demás cada día estoy mejor y sé que en sus
manos estaré completamente sana, a salvo y estable, si tu lo buscas también lo
estarás, porque Jesús no se le niega a nadie, su puerta siempre está abierta
para ti, tu aspecto es lo de menos para El, el dice: "todo es vanidad", es pasajero, tu corazón es lo que mas le
importa, así que no lo pienses mas y déjalo entrar.
En el nombre de Jesús... Amén
"Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu" Eclesiastés 1:14
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