A una gran mayoría de personas no les gusta que los llamen pecadores, ese título de mal gusto los enfurece y ofende; -"¿Pecadora yo?" "¡Yo no soy ninguna pecadora!"
Pero Dios que es nuestro hacedor, el que nos deja por escrito la historia de la humanidad y nos hace saber que desde un principio el hombre transgredió su voluntad y le desobedeció, dejándose llevar por sus propios deseos y deseando ser igual a Dios rechazando su ley y mandatos y abriendo una enorme puerta al mal, representado por Satanás, que desde ese momento empezaría a introducir el mal en todas las generaciones y en el mundo hasta hoy,
Muchas veces a través de los terribles sucesos de la historia de la humanidad el hombre se ha preguntado; "¿Dónde está Dios?" "¿Por qué Dios deja que pasen estas cosas?...
La tierra también fue afectada por el pecado y la maldad del hombre ni tiene limites. Tanto la humanidad como la tierra claman y necesitan a su Salvador y Redentor. Todo el globo terráqueo en todas sus áreas está influenciado por el pecado, y en el opera al que Dios llama el enemigo de nuestras almas, Satanás el cual no quiere que ninguno se salve y cada día arrastra más y más hombres mujeres y niños a hacer todo lo contrario de lo que Dios nos demanda, influenciando a las naciones a que saquen a Dios de sus vidas, eliminen su palabra, detesten y rechacen a Jesucristo como Salvador y confundiendo a todos para que tomen caminos errantes que no acercan al hombre a Dios sino que los aleja y los aparta de su gloria eterna, causando así la muerte espiritual de todas las personas.
Romanos 3:23 "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios"
Los seres humanos son rebeldes por naturaleza; desde chiquito usted puede observar como los niños nunca quieren hacer lo que usted les dice, sino lo que a ellos les da la gana.

Isaías 43:25 "Yo, soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados".
Todos debemos venir a Cristo, éste, está representado como un cordero que iba a ser sacrificado para quitar los pecados del mundo; un cordero sin mancha y sin contaminación, el Padre lo dio por amor a nosotros, y él no se resistió sino que puso su vida para morir y padecer, siendo crucificado en una cruz por los hombres, llevando con él y padeciendo nuestros pecados, enfermedades, la falta de paz, el derramamiento de su sangre santa es para la purificación de nuestras almas. Jesús muere para que luego vencer y entregarnos una impagable e inmerecida victoria resucitando al tercer día, porque él era Santo y no había pecado en él. Jesús tomo nuestro lugar y pago la cuenta que teníamos pendiente con Dios, solo Jesucristo nos justifica ante el Padre del Cielo, él es el único mediador entre Dios y los hombres, confesemos nuestros delitos y pecados ante Dios, reconozcamos que le fallamos a cada segundo, seamos de corazón humilde y vayamos ya a arrepentirnos ante el Señor. Nadie más nos puede perdonar los pecados, solo Jesucristo porque fue él quien tomó nuestro lugar y solo el puede hacernos libres del maligno, libres de la esclavitud del pecado y purificar nuestras almas y dejarla como él no los promete ¡Blanca como la lana!.

Cuando te arrepientes de tus pecados por medio de Jesucristo la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento humano entra a tu vida y transforma tú corazón porque eres reconciliado con Dios, su precioso Hijo pagó la cuenta y nos justifica ante nuestro Creador, quien ahora será nuestro Señor y Salvador el Rey de nuestra vida, nuestro hermano mayor que nos ayuda, redime, bendice, y por medio de quien somos santificados para tener una segura estadía eterna en el Reino de Dios.
Isaías 1:18 "Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana"
Mujer; ven a Jesús hoy y arrepiéntete de tus pecados y recibe la paz, y la redención que compro para ti, Jesucristo te perdona y nunca más se acuerda de tus pecados porque te son perdonados... Y como le dijo a la mujer adultera nos dice hoy: ¡Vete y no peques más!... Deja que tú Rey escriba una nueva historia en tu vida.