lunes, 8 de diciembre de 2025

DÉBORA UNA MUJER VALIENTE


Jueces 4:9 “Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara.”

En una historia de Jueces, vemos a Débora, jueza y profetiza de Israel en ese tiempo, hablando con Barac sobre la guerra que pelearían con Sísara, y le hace saber que Dios entregaría al enemigo en manos de una mujer. “…en mano de mujer venderá Jehová a Sísara”. Pero Débora no está hablando de sí misma, sino de Jael, mujer de Heber ceneo.

Definitivamente, estas dos mujeres estaban llenas de valentía para atreverse, una a ir a la guerra y la otra para moverse estrategicamente y matar a un hombre de guerra como lo era Sísara, un comandante y ellas no lo pensaron dos veces, sino que actuaron y todo por la libertad de su pueblo de manos de Canaán.

Débora, una mujer valiente:

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la valentía del que cree en Dios nace de escuchar a su Dios. Débora no actuaba movida por el pueblo, por miedo o presión, sino por dirección divina. Su valentía era fruto de su intimidad con Dios y su disposición a obedecer; por eso acepta ir con Barac a la guerra.

Cuando tú muestras valentía y liderazgo, traes dirección y fortaleza a otros; por eso cuando Barac dudó, Débora se levantó con determinación y le recordó la promesa que Dios le había entregado: “Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Las mujeres valientes inspiran y actúan, levantan y empujan a otros a avanzar para cumplir el propósito de Dios en sus vidas.

Por eso, la victoria no se la lleva la que está sentada en casa peleando y criticando, o quejándose porque cree que la suerte no la acompaña, sino que Dios usa a mujeres que tienen un corazón dispuesto para llevar a cabo grandes proyectos que le darán enormes victorias.

Jael, una mujer valiente

Luego Jael, con valentía de corazón, permite que Sisara, quien huía de Barac, entre a su casa para esconderse, pero ella actúa y le mete una estaca en la sien. Así abatió Dios aquel día a Jabin, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel. Si nos damos cuenta, el versículo dice: “Así abatió Dios…” De esta manera Dios usó a una mujer para acabar con el cruel comandante del ejército cananeo del rey Jabín de Hazor, quien había oprimido a los israelitas durante 20 años. Así se cumplió la profecía de Débora.

Dios hoy quiere entregar en tus manos la victoria de tus batallas “en mano de mujer. Ayer fue Débora y Jael, hoy eres tú. Una mujer de Dios es una mujer valiente que entiende que su papel es importante y que Dios puede usarla poderosamente para librar a los suyos. Nosotras somos importantes para nuestro Creador; Jesús nos ha dado las armas para derrotar a nuestros enemigos, la palabra de Dios y el Espíritu Santo van a ayudarte a vencer, no te rindas, tu valentía habla de que tienes un Dios grande y poderoso en tu vida. Así mismo, tendrás también el liderazgo para luego hacer que otras mujeres avancen y liberen tambien sus batallas. ¡Amén!


Yubisai Suniaga Rada

Sucríbete y comenta.



MADRES MUJERES EJEMPLARES

 


Lucas 1:38 “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.” 

Este versículo revela la esencia del corazón de María, quien fue escogida del cielo como la madre del Mesías que esperaba Israel. Disposición, obediencia y entrega. 

Aun siendo joven y sin comprender todo lo que vendría, aceptó con humildad el plan de Dios para su vida y para su maternidad. Su “sí” abrió camino al propósito divino y mostró el poder de una madre que confía en Dios más que en sus propias fuerzas.

En el Día de las Madres, este pasaje nos invita a reconocer y honrar a cada mujer que, como María, abraza su llamado con amor, enfrenta desafíos con valentía y cuida a los suyos con fe. 

María Y muchas otras mujeres de la Biblia nos recuerdan que la maternidad es una misión sagrada, llena de propósito, donde Dios da fuerza, gracia y dirección para criar a nuestros hijos en cada etapa de sus vidas. Sigue orando, sigue trabajando en sus corazones, un dia verás el fruto de ese esfuerzo.

Jesús era El Mesías que el mundo esperaba, tus hijos también tienen un propósito grande delante de Dios, el mundo los espera, serán bendición y no maldición, críalos con sabiduría guiada por el Espíritu Santo y verás que todo tu trabajo y tu esfuerzo nunca fue, ni será en vano. Dios bendiga a todas las madres del mundo.

Proverbios 31:8 “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada.


Yubisai Suniaga Rada

Suscríbete y comenta.