2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo
mío; Mi Dios, en quien confiaré.
3 Él te librará del lazo del cazador, de la
peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus
alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
5 No temerás el terror nocturno, ni saeta que
vuele de día,
6 ni pestilencia que ande en oscuridad, ni
mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu
diestra; Mas a ti no llegará.
8 Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la
recompensa de los impíos.
9 Porque tú has puesto a Jehová, que es mi
esperanza, al Altísimo por tu habitación,
10 no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu
morada.
11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
que te guarden en todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán, para que tu pie
no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás
al cachorro del león y al dragón.
14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo
también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15 Me invocará, y yo le responderé; con él
estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré.
16 Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.
(Versión Reina Valera)
El Salmo 91 es un salmo de poder. Creo que
muchas de ustedes conocen a alguien que tenía una biblia en la sala abierta en
el salmo 91. Pero este no es un salmo mágico, son verdades espirituales que
actúan en la intimidad, autoridad y comunión de un individuo con Dios.
Personalmente, pude experimentar una gran liberación por causa de este salmo.
También, es un himno de confianza y seguridad
en nuestro Creador, especialmente en tiempos de peligro y adversidad. Es
entender que si nos refugiamos en Dios estaremos protegidas de cualquier mal.
Dios en Jesús es nuestra fortaleza donde podemos escondernos y estar a salvo.
Promete protección contra plagas, trampas y ataques del enemigo.
En él se nos muestra la fidelidad de Dios y su
compromiso de proteger a quienes lo aman y lo conocen. Dios promete librarlos,
honrarlos, y darles una larga vida. Se cree que este salmo lo escribió Moisés y
él da testimonio como Dios lo ha guardado y le ha sido fiel a sus promesas.
Pero hoy, nosotras también podemos dar testimonio de como Dios nos a protegido
de las artimañas de Satanás y de cómo su cuidado a través del Espiritu nos a
dado las estrategias y aun con este salmo, nos a instruido para proclamarlo y
destruir las obras del diablo en nuestras vidas.
Vivamos en la presencia de nuestro Dios,
oremos con fe en Cristo Jesús y pidamos al Espiritu la sabiduría para creer que
él nos hace fuertes, nos guarda y contesta nuestro clamor. Hay autoridad y
poder en nuestra boca por causa del Señor. Defiéndete del mal y proclama
victoria. ¡Gloria A Dios!


