miércoles, 15 de septiembre de 2021

CLAMA A MÍ

 


Jeremías 33:3  RVR "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"

DHH "Llámame y te responderé, y te anunciaré cosas grandes y misteriosas que tú ignoras"

La verdad, creo que creyentes y muchos no creyentes han escuchado este precioso y poderoso versículo, que es muy nombrado y predicado, es el primero en recomendar en términos de consejería cuando se presentan problemas y las pruebas, y es realmente muy especial y se nos puede hacer muy fácil de aprender y recordar. Este verso es ese grito de auxilio, esa llamada la cual Dios no puede dejar de contestar, porque él dice: "Yo te responderé" entonces es imposible que nos deje en visto, porque Dios no miente, su respuesta vendrá en breve.

Según el diccionario; "Clamar" es: Gritar, pedir vehementemente a Gritos, dar voces pidiendo favor y ayuda, emitir palabras con vehemencia, pedir justicia, y hasta exigir sobre algo.

Y su significado bíblico es: gritar, invocar, y llamar.  También podemos encontrar en la biblia: El alma que clama, la sangre de Abel que clama, la tierra clama, la sabiduría clama, profetas que claman, el pueblo clama, voz que clama en el desierto y,..."Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama ¡Abba, Padre!

Me queda claro que; todo aquel que clama, no es porque todo está perfecto en su vida, y su cama es un lecho de rosas, un clamor quizás tenga mucha angustia, desespero, aflicción, tiempo de rodillas, lágrimas, espera desesperada, humillación ante Dios, búsqueda, ayuno y oración, un mensaje en espera que venga de parte de Dios para una persona, un pueblo, una familia, una iglesia, o un mensajero que proclama un mensaje de Dios.

"Vino palabra de Jehová a Jeremías" Cuando este verso junto con todo su contexto le llega a Jeremías, dice que él estaba preso en el patio de la cárcel, afligido y desechado como profeta por el rey Sedequías quien no estaba contento con lo que proclamaba Jeremías como un mensajero de Jehová, y pues quizás Jeremías pueda entender la condición de cada una de nosotras cuando desesperadamente le pedimos ayuda a Dios a gritos, le invocamos y pedimos su auxilio, justicia y pronta ayuda. Pero es que no podemos ignorar que el verso continúa diciendo: "Te enseñaré cosas grandes y misteriosas que tú ignoras" y la verdad que casi siempre parece que no le damos mucha importancia a esta parte, pero allí está la función, el movimiento, la palabra, la voz de Dios, el mensaje junto con lo que yo no sé, pero él sabe y me lo hará saber, allí está lo sobrenatural y la estrategia que me dará la victoria, cuando salgas de esa prueba ya no serás la misma porque Dios te habrá "Enseñado" te habrá dado crecimiento, fe, madurez, carácter y convicción de que él no miente, Dios está contigo y darás testimonio de su poder, él estaba del otro lado de la llamada, estaba escuchándote, listo para responder según su tiempo.

Y no fue hasta cuando yo pasé por desiertos y por procesos desesperantes, en que el Espíritu Santo en mi agonía y después de un tiempo llevó mi atención hacia "Te enseñaré" cosas "Grandes" y "Ocultas" de las cuales yo no tenía ni la menor idea, y que se salían de mi alcance, y ese era justo el escenario donde Dios me iba a mostrar su revelación y poder, su amor, la raíz del asunto a tratar, lo que tenía que hacer, las o la estrategia a seguir para vencer, si algo tenía que dejar o quitar, arrepentirme o perdonar, a lo que debía renunciar, y lo que tenía que enfrentar, fuera espiritual o natural, el carácter, la fe, creer, hacer, la espera, la autoridad, los frutos, los dones, el Espíritu.

 Jeremías 32:27 "¿He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne Habrá algo que sea difícil para mÍ?

Este pasaje de Jeremías 33 es un mensaje de restauración para Jerusalén, donde Dios habla a su pueblo; clamen a mí, yo soy su Dios, yo estoy con ustedes, no los voy a dejar solo, les voy a responder sus peticiones y los voy a defender de todos sus enemigos, les haré justicia, habitarán seguros, los limpiaré, los perdonaré todo con que pecaron contra mí, les haré bien y me serán por pueblo. Aunque ellos estarían en cautiverio, Dios los guardaría para luego restaurarlos con mano poderosa y Dios nos habla hoy una vez más: Clama a mí y yo te responderé y te restauraré con mano poderosa y te haré bien, espera en mí, esfuérzate, respondo en breve.

Éxodo 22:23 "Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor"

Dios no miente, no somos perfectos, pero somos su pueblo, no es porque somos buenos, es porque él es bueno, no se trata de que te portes muy bien, es su favor y su gracia, es su amor, es su fidelidad, es su poder, es que tú y yo estamos bajo pacto con Jesucristo y la Cruz te dio perdón, te hizo libre, te dio derecho a venir al trono de la gracia para hablar con tú Señor, fuiste redimida, tienes nuevas vestiduras, ahora eres su pueblo santo, su especial tesoro, y aunque te sientas en medio de un desierto, sola y abandonada, Dios está contigo, alaba a tu Rey y Señor, porque Jehová es bueno y para siempre es su misericordia, clama, clama a mí y no te desesperes, no te rindas, sigue clamando y dando voces, que Jehová te responderá y te enseñará, ya no habrá nada oculto para ti, los misterios te serán develados y reirás y te gozarás porque tú Señor te dará las estrategias para ganar la batalla.

¡Veremos su gloria!

Señor Jesús gracias por tu amor y por tu misericordia, entra en mi corazón y afirma mis pasos, clamaré a ti, esperaré en ti, tú Santo Espíritu me sostendrá, tus promesas me hacen fuerte, veré la victoria porque tú lo prometiste, me levantarás, a senda espaciosa y de paz me guiarás, tu voz oiré y en ti descansaré. ¡Clamaré! 

Amén.