1 tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
Este versículo nos enseña que la gratitud no depende de que todo esté perfecto, sino de una actitud del corazón. “Dad gracias en todo”.
Dios nos invita a dar gracias en toda situación y
en todo tiempo, porque la gratitud nos hace abrir el corazón y los ojos, para
ver su fidelidad y amor, incluso en los momentos más difíciles. Cuando somos agradecidos, nos fortalecemos en nuestra fe y vivimos en paz; así podemos recordar que Dios
sigue obrando en nuestras vidas, aun cuando no entendemos todo lo que sucede.
Todas hemos pasado por momentos difíciles
y yo sé que no es tan fácil dar gracias cuando las circunstancias nos agobian
o cuando no vemos respuesta, pero tenemos que aprender a reconocer que, Dios
está en control e incluso está obrando en lo que no entendemos.
En este sentido, la gratitud no
es solo por lo bueno; es también cuando aprendemos a confiar en que Dios tiene
propósito absolutamente en todo lo que pasamos. Por eso, agradecer “en todo”
demuestra una fe madura y la total certeza de que Él está en control.
Y la realidad de este versículo es
que, cuando damos las gracias, hacemos la voluntad de Dios. Entonces, debemos
entender que ser agradecidas es alinearnos con el corazón de Dios. Él desea que
vivas con una actitud de gratitud. En 1 Crónicas 16:7 dice: “Salmo de
acción de gracias de David”; este pasaje nos da una muestra de cómo David
derrama su corazón ante Dios, agradeciendo su bondad para él y para su familia.
Así mismo, exalta la grandeza de Jehová: “Porque grande es Jehová, y digno de suprema
alabanza, y de ser temido sobre todos los dioses”. Debemos mantener nuestro corazón sensible ante
nuestro Dios y darle gracias por sus bendiciones diarias.
Por eso, nuestra gratitud nos transforma
el interior, hace que nos enfoquemos en lo que tenemos y hemos recibido y no en
todo aquello que aún nos falta. Crecemos espiritualmente, somos menos egoístas y
egocentristas, para ver la mano de Dios obrar y reconocer que todo lo que recibimos
es por medio de nuestro amado Cristo Jesús, quien nos salvó y por quien hoy
podemos acercarnos confiadamente al Trono de la Gracia, para alcanzar
oportuno socorro.
En este tiempo, dale gracias a tu
Padre celestial por la vida de Jesucristo de Nazaret, por el Espíritu Santo,
por su palabra, sus promesas, por sus bendiciones. Por su defensa para contigo
y los tuyos. Por las bendiciones económicas, el trabajo, la comida, el vestido.
Por los milagros, los dones, el llamado. Dale gracias por tu iglesia, por tus
pastores, tus hermanos. Y aun por los procesos, porque en cada uno de ellos has
crecido y has visto la mano poderosa del Señor actuar a tu favor. ¡Gloria a
Dios”
Gracias, Señor Jesús, por cada mujer que
visita este blog; bendícelas, ayúdalas y edifica sus vidas, atráelas para que estén
cada vez más cerca de tu corazón y exalten tu grandeza. Que puedan ver tus maravillas y te den acción de gracias por tu fidelidad hacia ellas. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Yubisai Suniaga Rada
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