Lucas 1:38 “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.”
Este versículo revela la esencia del corazón de María, quien fue escogida del cielo como la madre del Mesías que esperaba Israel. Disposición, obediencia y entrega.
Aun siendo joven y sin
comprender todo lo que vendría, aceptó con humildad el plan de Dios para su
vida y para su maternidad. Su “sí” abrió camino al propósito divino y mostró el
poder de una madre que confía en Dios más que en sus propias fuerzas.
En el Día de las Madres, este pasaje nos invita a reconocer y honrar a cada mujer que, como María, abraza su llamado con amor, enfrenta desafíos con valentía y cuida a los suyos con fe.
María Y muchas otras mujeres de la Biblia nos
recuerdan que la maternidad es una misión sagrada, llena de propósito, donde
Dios da fuerza, gracia y dirección para criar a nuestros hijos en cada etapa de
sus vidas. Sigue orando, sigue trabajando en sus corazones, un dia verás el fruto de ese esfuerzo.
Jesús era El Mesías que el mundo esperaba,
tus hijos también tienen un propósito grande delante de Dios, el mundo los espera, serán bendición y no maldición, críalos con sabiduría
guiada por el Espíritu Santo y verás que todo tu trabajo y tu esfuerzo nunca
fue, ni será en vano. Dios bendiga a todas las madres del mundo.
Proverbios 31:8 “Se
levantan sus hijos y la llaman bienaventurada.
Yubisai Suniaga Rada
Suscríbete y comenta.

No hay comentarios:
Publicar un comentario