Muchas veces nos acordamos de Dios solo en los momentos en que tenemos problemas, cuando ya no podemos controlar una situación o cuando estamos gravemente enfermas, de resto vemos a Dios como que si Él está allí nada más para cuando nosotros necesitamos algún favor o ayuda de Él, pretendemos tener una relación con Él empleado-jefa, y no pregunten quién manda; que cuando lo necesitamos lo llamamos por su nombre si nos acordamos cuál es y le damos una orden para que un problema sea solucionado a la brevedad posible en cualquier espacio de nuestra vida.
Cuando Jesús llegó a mi vida, estaba muy enferma, llena de problemas, dolor, los sentimientos y emociones eran los que me movían, temerosa, con dudas, era una incrédula, sentía que no tenía ningún valor, el amor era especie de un problema, tenia odio, rencor, falta de perdón y orgullo en mi corazón y muchas cosas más junto con malos hábitos, en fin todo lo malo que un ser humano pueda tener y que en el mundo nos dicen; "Eso es normal" y "Así es la vida"
Mujer; si tienes alguna de estas características que he nombrado, o estás pasando por una situación similar, si piensas "Yo tengo tan solo una solita de las que mencionas" o es algo que no refleje aquí, o dices "Bueno, tan solo no se perdonar" Antes los ojos de Dios estás reprobada como lo estuve yo, y como lo están muchas otras, nada de esto es correcto ni bonito y esa tampoco es la vida que Dios quiere para nosotras.
Al empezar a tener una relación con Jesús pensé en que todo cambiaría de un día para otro, de la noche a la mañana, en una hora máximo, o mejor aun quería la respuesta para ayer ¡Apúrate Dios! Muchas veces nosotras mismas nos encargamos de poner nuestra vida patas arriba tomando malas decisiones o en otros casos los problemas vienen de una vida familiar desastrosa, sea cual fuere el caso no podemos decir: "Dios es malo" o por ello pensar que no existe, Dios siempre está en donde mismo desde que fundó los cielos y la tierra, sentado en su trono, nos dejo su palabra para que sepamos quien es Él y quienes somos nosotras y contra que luchamos, como podemos vivir una vida agradable a sus ojos, tenemos que creerlo y empezar a confiar en Él, tener paciencia, Dios esta dispuesto a ayudar, lo sé porque a mí me ayudo, y ha cambiado mi vida, mi forma de pensar y actuar y la de mi familia, pero Él decide como hacerlo no tenemos que decirle nada, él tiene nuestros tiempos en sus manos, Él es más sabio e inteligente que nosotras Él es "DIOS" Recuérdalo, Él decide si es rápido o si va a hacerlo poco a poco porque para Él todo tiene un propósito.
Una vez aceptemos a su hijo Jesús en nuestro corazón como Él nos lo indica, pasa a ser nuestro Padre; y un Padre cuida, alimenta, protege, da amor, sana, cura las heridas, enseña, encamina y le brinda el mejor futuro a sus hijos.
Persevera en Jesús, aprende a esperar tú tiempo, mantente firme, aprende a hablar con Él, conócelo, aprende a amarlo, vive para Él y nunca te apartes de su camino y así te darás cuenta que su luz siempre a estado allí alumbrándote, te ha llenado de su calor y de su amor a estado trabajando en tu vida sin parar y nunca, nunca si te entregas a él de corazón y le entregas todos tus temores y problemas; jamás se va a apartar de ti, porque te ama y su luz estará sobre tu cabeza y tu vida todo el tiempo.
Mujer; Jesús es la luz que necesita tu vida, confía en Él y te sacará de las tinieblas para llevarte a conocer la luz resplandeciente que significa estar en su presencia y en su camino, tan solo créele y no te desesperes y así podrás ver y disfrutar en paz como su luz alumbra tu vida y la de los tuyos... Recuerda: ¡Para Dios no hay nada imposible!
"Jesús les habló diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" Juan 8:12