Mateo 9:4 Jesús sabía lo que ellos estaban pensando, así que les preguntó: ¿Por qué tienen pensamientos tan malvados en el corazón?
Mateo 15:19 Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia. (NTV)
Definitivamente somos lo que pensamos. Gran parte de nuestros pensamientos están asociados a nuestras vivencias, a palabras, frases o críticas que nos han dicho, personajes de influencia en nuestras vidas, el entorno, aprendizajes etc. De lo que vamos viviendo nos vamos llenando.
Tenemos malos recuerdos y buenos recuerdos, pero; ¿Cuáles son los recuerdos que nos dominan? Con la ayuda de la Internet hoy en día tenemos a la mano de todo un poco, desde lo más grotesco hasta lo más hermoso. Vemos y sabemos hasta de lo que no queremos y por curiosidad hemos podido llenarnos de información y de ideas dominantes en el mundo que no necesariamente nos ayuden o nos sirvan para algo bueno.
Las palabras hacen pensamientos, los recuerdos hacen momentos. Lamentablemente un mal recuerdo una mala palabra puede calar tan hondo en el corazón y doler y nos puede abrir un portal al dolor a la oscuridad, a lo negativo, a la miseria y a pensar que nunca debimos nacer. Un solo recuerdo doloroso si no lo sanamos o lo dominamos puede hacernos tener una vida desgraciada.
La biblia nos dice que Jesús sabía lo que ellos estaban pensando, lo que nos muestra que Dios siempre sabe lo que estamos pensando. El Señor nos promete que renovará nuestros pensamientos con su palabra, con su poder y su Espíritu, sanidad y liberación, con sus promesas de amor, con una esperanza viva, con restauración, identidad y con un propósito y un futuro nuevo.
Los pensamientos y recuerdos negativos pueden salir de nuestro corazón y nuestra mente, pero debemos encontrar el inicio, la raíz de ese pensamiento, el porque está allí, quien lo sembró, luego entregárselo a Dios y después llenar ese espacio vacío con información nueva.
Un pensamiento doloroso puede tener un dominio tan grande en nosotros que nos puede llevar a cometer grandes errores, dolor, suicidio, depresión, acciones que nos muestren el cielo o el mismo infierno. De pensar se crea y luego viene accionar para ver un resultado.
Antes de ejecutar algo primero pasó por nuestra mente una y otra vez. Jesús nos dice que del corazón salen los malos pensamientos; adulterios, asesinatos, infidelidades, angustias... Ahora te pregunto: ¿Qué estás pensando? ¿Qué pensamientos te dominan? ¿Qué hay en tu corazón? ¿Le agradan a Jesús tus pensamientos?
Particularmente; yo soy veloz para pensar, lo bueno y lo malo, y por las situaciones que he vivido tengo tendencia a pensar en lo malo rápidamente y si me descuido puede un pensamiento dañino alojarse en mí y hacerme estragos. Pero es bueno y es necesario conocer nuestras debilidades, para rechazar y cerrar toda puerta a cualquier pensamiento desestabilizador y cuidar nuestra mente. Estamos en un mundo en donde a diario escuchamos de todo un poco, lo que es y lo que no es, y lo que parece ser. Estamos en una era competitiva, donde el que se cree mayor pisa al que cree es menor, el bulín a su máxima expresión, el éxito, el fracaso, la ofensa, el mundo entero está esperando el Apocalipsis, así que las noticias son de infarto cada día y así sucesivamente somos bombardeados. Y si tú mamá, tu papá, tu esposo, tus hijos o algún vecino refunfuñón se paran un día de malas y te dicen: ¡Eres una imbécil, buena para nada! y tu se lo crees, pues... ¡Pobre de ti!... El mundo de hoy es más agresivo que pasivo y amable.
Cuando nosotros venimos a Cristo es necesario pasar por una depuración de nuestros pensamientos y nos vamos a dar cuenta que el 80% de nuestros pensamientos son nocivos para nuestra salud. Hay cientos de enfermedades que nacen de dolorosos pensamientos, la depresión, la culpa, la ira, el odio, las pasiones sexuales desenfrenadas, el rencor, la amargura, todo eso se alimenta de pensamientos por situaciones que hemos enfrentado y no han sanado, sino que han estado vivas dentro de nosotros sangrando por años, hay canceres que se han originado en un pensamiento de dolor y rencor. Incluso tanto el complejo de inferioridad como la de creerse superior al mismo Dios, nace de un pensamiento de una creencia, de creerse invencible y poderosos. Es por ello que es importante saber en qué estamos pensando, y que resultado estamos obteniendo de ellos. Debe haber sanidad y un equilibrio.
Tenemos hoy en día la tendencia y la filosofía del pensamiento positivo y el pensamiento negativo, que no está mal, sus consejos son buenos, y puedan traer un buen resultado a tu vida. El problema está en que el hecho que aprendas a ser positiva no quiere decir que tengas un corazón sano, o que hallas perdonado, o que no tengas raíces de amargura. Podemos ponernos mascaras delante de los hombres, pero no delante de Dios. Lo que me gustaría que aprendieras hoy es que Dios trabaja con nosotros desde nuestro espíritu, para purificarnos, perdonar nuestros pecados y darnos una esperanza se salvación y vida eterna en Jesús. Colocando en nosotros un sello con su Espíritu y la paz de nuestra salvación eterna; recordando que el cuerpo muere pero al alma y al espíritu se le da un destino. Es justo allí en donde dejas de tenerle miedo al hombre, a las noticias de que el fin del mundo se acerca, a Satanás, al que dirán; porque sabes que vivimos en un mundo temporal, ningún humano es eterno, pero tu ya estas segura y vives en el resguardo y amparo de Jesús.
Guía de como sanar nuestro ser y nuestros pensamientos con Jesús:
- Invita a Jesús a ser tu Señor y el Salvador de tu vida.
- En oración, pide perdón por todos tus pecados y faltas a Dios
- Perdona a TODO aquel que te allá ofendido (Uno por uno, con la ofensa)
- Pídele al Espíritu Santo de Dios que entre y sane tu mente y todos tus pensamientos
- Entrégale a Jesús todos tus recuerdos, vivencias y pensamientos dañinos del pasado
- Aléjate de todo lo que se opone a Dios (Hechicería, adivinación, idolatría, pornografía, violencia, mentiras etc)
- Lee la palabra de Dios para que todos tus pensamientos sean renovados (Salmos)
- Cree en las promesas de Dios para tu vida
- Cada día en oración renuncia a todos esos recuerdos dañinos persistentes
- Lleva al Señor en oración a aquel lugar donde fuiste dañada u ofendida y pídele sanidad
- Escucha palabra de Dios, porque la fe entra por el oír.
- Toma la decisión de dejar el pasado atrás para enfocarte en las promesas hermosas del futuro.
- No puedes resolver el pasado, pero hoy puedes sanar y vivir un sano futuro
- Creyendo que de cada dolor y tristeza Dios saca una victoria para ti.
- Empieza a creer que viene un nuevo tiempo para ti de bendición, sanidad y restauración.
- Créele a Dios por cosas hermosas y grandes por su plan hecho realidad en tu vida.
- Aprende a pensar, a hablar y a bendecir a los demás.
- Dedica unos minutos todos los días para hablar con Dios, pedir por tu sanidad y por todo aquellos conflictos que esto a generado en tu vida y en tu familia.
- Olvídate ya de tus errores, Dios te perdonó y tú perdonaste, así que date la oportunidad y toma la decisión de vivir una nueva vida libre en y con Jesús.
Una situación trae a la otra, un pecado trae a otros más, y cuando espesamos a sanar nuestros recuerdos nuestra vida empieza a cambiar porque realmente estos pensamientos negativos en nosotros son causa de un dolor alojado en tu interior, y allí puede haber ira, odio, rencor, tristeza, amargura, falta de paz, insomnio estrés ansiedad, frustración, palabras hirientes, engaño, mentira, etc...
La buena noticia es que cuando ponemos nuestra confianza en Jesús él es más que suficiente para sanarte en todo y darte una vida nueva y llenar no solo tu mente, sino tu alma, tu corazón y tu espíritu de su Espíritu y de palabras de vida eterna y promesas de poder, bendición y prosperidad para tu vida.
Amiga; Ahora te toca a ti tomar una decisión firme y decisiva para darte a ti misma una oportunidad de salir de la oscuridad y venir a la luz que alumbra tu ser y que te permitirá que en todo tiempo y en todo lugar y en cualquier circunstancia tu vida este llena de paz y de propósito en la espera de tu Salvador Jesucristo quien te hace libre.
Vivimos en tiempo difíciles y confusos ponte en las manos de Dios, vive tú proceso de sanación, cree y confía en él y Jesús hará lo que le toca.
Definitivamente somos lo que pensamos. Gran parte de nuestros pensamientos están asociados a nuestras vivencias, a palabras, frases o críticas que nos han dicho, personajes de influencia en nuestras vidas, el entorno, aprendizajes etc. De lo que vamos viviendo nos vamos llenando.
Tenemos malos recuerdos y buenos recuerdos, pero; ¿Cuáles son los recuerdos que nos dominan? Con la ayuda de la Internet hoy en día tenemos a la mano de todo un poco, desde lo más grotesco hasta lo más hermoso. Vemos y sabemos hasta de lo que no queremos y por curiosidad hemos podido llenarnos de información y de ideas dominantes en el mundo que no necesariamente nos ayuden o nos sirvan para algo bueno.
Las palabras hacen pensamientos, los recuerdos hacen momentos. Lamentablemente un mal recuerdo una mala palabra puede calar tan hondo en el corazón y doler y nos puede abrir un portal al dolor a la oscuridad, a lo negativo, a la miseria y a pensar que nunca debimos nacer. Un solo recuerdo doloroso si no lo sanamos o lo dominamos puede hacernos tener una vida desgraciada.
La biblia nos dice que Jesús sabía lo que ellos estaban pensando, lo que nos muestra que Dios siempre sabe lo que estamos pensando. El Señor nos promete que renovará nuestros pensamientos con su palabra, con su poder y su Espíritu, sanidad y liberación, con sus promesas de amor, con una esperanza viva, con restauración, identidad y con un propósito y un futuro nuevo.
Los pensamientos y recuerdos negativos pueden salir de nuestro corazón y nuestra mente, pero debemos encontrar el inicio, la raíz de ese pensamiento, el porque está allí, quien lo sembró, luego entregárselo a Dios y después llenar ese espacio vacío con información nueva.
Un pensamiento doloroso puede tener un dominio tan grande en nosotros que nos puede llevar a cometer grandes errores, dolor, suicidio, depresión, acciones que nos muestren el cielo o el mismo infierno. De pensar se crea y luego viene accionar para ver un resultado.
Antes de ejecutar algo primero pasó por nuestra mente una y otra vez. Jesús nos dice que del corazón salen los malos pensamientos; adulterios, asesinatos, infidelidades, angustias... Ahora te pregunto: ¿Qué estás pensando? ¿Qué pensamientos te dominan? ¿Qué hay en tu corazón? ¿Le agradan a Jesús tus pensamientos?
Cuando nosotros venimos a Cristo es necesario pasar por una depuración de nuestros pensamientos y nos vamos a dar cuenta que el 80% de nuestros pensamientos son nocivos para nuestra salud. Hay cientos de enfermedades que nacen de dolorosos pensamientos, la depresión, la culpa, la ira, el odio, las pasiones sexuales desenfrenadas, el rencor, la amargura, todo eso se alimenta de pensamientos por situaciones que hemos enfrentado y no han sanado, sino que han estado vivas dentro de nosotros sangrando por años, hay canceres que se han originado en un pensamiento de dolor y rencor. Incluso tanto el complejo de inferioridad como la de creerse superior al mismo Dios, nace de un pensamiento de una creencia, de creerse invencible y poderosos. Es por ello que es importante saber en qué estamos pensando, y que resultado estamos obteniendo de ellos. Debe haber sanidad y un equilibrio.
Tenemos hoy en día la tendencia y la filosofía del pensamiento positivo y el pensamiento negativo, que no está mal, sus consejos son buenos, y puedan traer un buen resultado a tu vida. El problema está en que el hecho que aprendas a ser positiva no quiere decir que tengas un corazón sano, o que hallas perdonado, o que no tengas raíces de amargura. Podemos ponernos mascaras delante de los hombres, pero no delante de Dios. Lo que me gustaría que aprendieras hoy es que Dios trabaja con nosotros desde nuestro espíritu, para purificarnos, perdonar nuestros pecados y darnos una esperanza se salvación y vida eterna en Jesús. Colocando en nosotros un sello con su Espíritu y la paz de nuestra salvación eterna; recordando que el cuerpo muere pero al alma y al espíritu se le da un destino. Es justo allí en donde dejas de tenerle miedo al hombre, a las noticias de que el fin del mundo se acerca, a Satanás, al que dirán; porque sabes que vivimos en un mundo temporal, ningún humano es eterno, pero tu ya estas segura y vives en el resguardo y amparo de Jesús.
Guía de como sanar nuestro ser y nuestros pensamientos con Jesús:
- Invita a Jesús a ser tu Señor y el Salvador de tu vida.
- En oración, pide perdón por todos tus pecados y faltas a Dios
- Perdona a TODO aquel que te allá ofendido (Uno por uno, con la ofensa)
- Pídele al Espíritu Santo de Dios que entre y sane tu mente y todos tus pensamientos
- Entrégale a Jesús todos tus recuerdos, vivencias y pensamientos dañinos del pasado
- Aléjate de todo lo que se opone a Dios (Hechicería, adivinación, idolatría, pornografía, violencia, mentiras etc)
- Lee la palabra de Dios para que todos tus pensamientos sean renovados (Salmos)
- Cree en las promesas de Dios para tu vida
- Cada día en oración renuncia a todos esos recuerdos dañinos persistentes
- Lleva al Señor en oración a aquel lugar donde fuiste dañada u ofendida y pídele sanidad
- Escucha palabra de Dios, porque la fe entra por el oír.
- Toma la decisión de dejar el pasado atrás para enfocarte en las promesas hermosas del futuro.
- No puedes resolver el pasado, pero hoy puedes sanar y vivir un sano futuro
- Creyendo que de cada dolor y tristeza Dios saca una victoria para ti.
- Empieza a creer que viene un nuevo tiempo para ti de bendición, sanidad y restauración.
- Créele a Dios por cosas hermosas y grandes por su plan hecho realidad en tu vida.
- Aprende a pensar, a hablar y a bendecir a los demás.
- Dedica unos minutos todos los días para hablar con Dios, pedir por tu sanidad y por todo aquellos conflictos que esto a generado en tu vida y en tu familia.
- Olvídate ya de tus errores, Dios te perdonó y tú perdonaste, así que date la oportunidad y toma la decisión de vivir una nueva vida libre en y con Jesús.
Una situación trae a la otra, un pecado trae a otros más, y cuando espesamos a sanar nuestros recuerdos nuestra vida empieza a cambiar porque realmente estos pensamientos negativos en nosotros son causa de un dolor alojado en tu interior, y allí puede haber ira, odio, rencor, tristeza, amargura, falta de paz, insomnio estrés ansiedad, frustración, palabras hirientes, engaño, mentira, etc...
La buena noticia es que cuando ponemos nuestra confianza en Jesús él es más que suficiente para sanarte en todo y darte una vida nueva y llenar no solo tu mente, sino tu alma, tu corazón y tu espíritu de su Espíritu y de palabras de vida eterna y promesas de poder, bendición y prosperidad para tu vida.
Amiga; Ahora te toca a ti tomar una decisión firme y decisiva para darte a ti misma una oportunidad de salir de la oscuridad y venir a la luz que alumbra tu ser y que te permitirá que en todo tiempo y en todo lugar y en cualquier circunstancia tu vida este llena de paz y de propósito en la espera de tu Salvador Jesucristo quien te hace libre.
Vivimos en tiempo difíciles y confusos ponte en las manos de Dios, vive tú proceso de sanación, cree y confía en él y Jesús hará lo que le toca.
Josué 1:6 "Esfuérzate y sé valiente..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario