Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralitico: -Hijo, tus pecados quedan perdonados.
12 El se levantó, tomó su camilla en seguida y salió caminando a la vista de todos, Ellos se quedaron asombrados y comenzaron alabar a Dios"
Se me hace tan reveladora e interesante leer esta historia de sanidad hecha por el mismo Jesús, y como señalan a unos "Hombres", no dice si eran amigos, hermanos, conocidos, o simplemente eran personas que andaban entre la multitud y al ver la necesidad y la incapacidad de este otro hombre que estaba paralitico, de poder llegar a los pies de Jesús para encontrar su milagro de sanidad, estos actúan en fe y buscan, arriesgándolo todo, llegar y poner frente a los ojos de Jesús al paralitico, para sacar de él su gran milagro.
Estos temerarios hombres idearon un plan, y sin poner trabas, buscaron conseguir y llegar a su fin; conseguir el milagro que se habían propuesto. Fue tanta su fe, que llamaron la atención de Jesús, quien se detuvo para entregarles a estos hombres la dicha de ver a su compañero levantarse de ese lugar. Tomemos en cuenta que a Jesús le impresiono la fe de los "Hombres" no habla de la fe del paralitico en si.
Hay que prestarle mucha atención a las palabras de Jesús cuando le dice "Hijos, tus pecados quedan perdonados" ¿Porque no le dijo: "Eres sano", si estaba enfermo, paralizado... lo que le dijo fue: "Estás perdonado" Aquí el Señor nos deja ver, como el pecado y la falta de su perdón puede hacer y actuar en contra de nosotros terriblemente, el pecado puede mantenernos paralizados, inútil de por vida en diversas áreas. Hoy, hay tanta gente enferma a causa del pecado, por causa de no perdonar a otros. Transgredir la ley de Dios trae en si castigo, no para el vecino, sino para uno mismo, y hasta para nuestra descendencia. El mal, que por naturaleza vive en la humanidad los mantiene atados, esclavizados, encadenados al mal; mental, espiritual, en el alma, y en el cuerpo. Por eso es que lo malo ahora es bueno...
JESÚS LE DIJO: |
Venir a buscar a Cristo hace la gran diferencia, su presencia, su perdón es la medicina que nos libra de dolores y de muchas enfermedades, de la falta de paz y la frustración que han llegado a nosotras por la naturaleza pecaminosa que tenemos de hacer y tratar de esconder nuestros errores culpando a otros. Cuando somos perdonados instantáneamente espesamos a sanar, a vivir y a experimentar la sanidad divina desde el espíritu, siendo renovados, redimidos y purificados por la sangre preciosa de Cristo Jesús. -"Hijo, tus pecados quedan perdonados".
Yo puedo dar testimonio de esto; llegué a los pies de Cristo con tantos temores, tan cargada, cansada y enferma. Llena de rabia, sentía que la vida me había tratado a las patadas, estaba llena de rencor, de tristeza, de amargura, tenía tantos problemas internos y con ellos muchas enfermedades; estaba esclavizada al dolor, a las pastillas y a la auto compasión. Todos los días luchaba por sobrevivir.
Cuando por fin, decidí acercarme a Jesucristo, llena de muchos temores, le pedí que entrara a mi corazón; y unos 2 meses después, me di cuenta, que ya no tenía varias enfermedades; no sabía porque, en aquel momento parecía extraño, se me habían quitado sólitas y; no podía explicarlo, pero ya no estaban en mí... La historia del paralitico de Betesda me muestra claramente que cuando Jesús entró a mi vida y perdonó mis pecados, me hizo libre de muchas enfermedades y endes demoníacos que moraban en mi esclavizándome y paralizándome.
Puedo ver tantas mujeres enfermas, tristes, llenas de dolor, sin paz, amargadas, solitarias, depresivas, confundidas, inseguras; que tan solo con aceptar el amor y la salvación de su creador quedarían sanas de muchas aflicciones del espíritu y del alma inmediatamente; mientras que en otras áreas entraran en un proceso de restauración y sanidad interior. Dios te guiará en tu situación.
Los hospitales están llenos de gente enferma a causa del pecado, enfermos espirituales buscando una medicina física, con dolores en el alma que solo Jesús puede sanar. Están tratando sus problemas con medicamentos que pueden quizás aliviar; más no quitar, la raíz del mal, porque su raíz está en el alma y en el espíritu y solo Dios toca y sana y da paz a esa área del ser humano
¡LEVÁNTATE MUJER! |
Lucas 13:12 "Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer: eres libre de tu enfermedad"
Quizás la fe de otro obre a nuestro favor, quizás Dios vea la fe persistente de una madre, una esposa, una hija, una amiga, o de un conocido para hacer y traer un milagro a nuestra vida, a nuestro matrimonio a la familia, El Señor desea que todos vengamos a él llenos de fe, creyendo que él es capaz de concedernos nuestras peticiones, no porque lo merecemos, sino porque en su eterno amor y misericordia él usa si es necesario, la fe de otros, para bendecirnos y sanar nuestras almas, cuerpos, vidas y toda nuestras familias.
Amiga; recuerda siempre que la sanidad más grande que puedes tener, es la sanidad del alma y del espíritu cuando recibe la salvación eterna y puede glorificar a tu Rey, Señor y Salvador Jesús; Luego él se encarga de lo demás...
Hebreos 11:6 "Pero sin fe es imposible agradar a Dios..."
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