Isaías 41:13 “Porque yo Jehová, soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”
¿Cuántas veces en tu vida has
tenido que pedir ayuda? ¿Cuántas han sido respondidas? Todos, aunque sea una
vez en la vida, hemos necesitado que nos den una mano; sea sencillo, cotidiano
o por una situación realmente difícil o de gravedad. Podemos decir que, en
algunas ocasiones, dependiendo de qué, se hace un poco incómodo pedir ayuda,
pero cuando la situación se pone color de hormiga, pues toca.
Dios nos ayuda en todo
diariamente, lo entendamos o no. Dios es bueno con su creación. En este pasaje
se presenta con toda autoridad y nos dice su identidad: "Yo Jehová,
soy tu Dios" quien te "sostiene", como un cuidadoso padre a su
delicada niña, dándonos a la vez una orden: "No temas", es decir que
no hay razón alguna para temer; óyeme bien, Dios Todopoderoso, tu papá,
está contigo, ¿lo puedes comprender? ¿Qué te está amenazando? ¿De qué
tamaño es? No hay gigante, ni peligro alguno que pueda amedrentar, amenazar,
apagar o callar a nuestro Dios, Soberano sobre la creación, con toda autoridad,
en el cielo, en la tierra y debajo de ella. ¡No temas!, él dice que vendrá a ti
personalmente: "Yo te ayudo"
Cuando creemos que no hay salida,
y las circunstancias nos bloquean y nos oprimen, no debemos temer, sino clamar
por su ayuda y su mano poderosa, por su intervención divina, por su
misericordia hacia nosotras, por su amor de padre. Tú no lo sostienes a él, él
te sostiene a ti por la mano derecha, así que no podrás salir de su seguridad;
confía, él viene en tu ayuda.
Yo puedo dar fe de esto; no es
escribir por escribir, o solo fe o motivación espiritual; tengo tiempo que no
doy testimonio del poder de Dios en mi vida, así que voy a contarles que hace
muchos años pasé por una situación en donde el enemigo me tenía completamente
oprimida, aplastada; yo sentía que no tenía vida, y no sabía a quién le podía
pedir ayuda.
Aún no asistía a una iglesia, y
no tenía el conocimiento que tengo hoy, pero yo sabía que era un asunto
espiritual, así que de una forma atroz los demonios me oprimían y estaba muy
enferma; conocía muy poco de las escrituras y la verdad me creí perdida y sin
esperanza. En ese tiempo, realmente pensé que los espíritus inmundos iban a
acabar con mi vida, pero qué bueno que Dios lo ve todo, así que, sin un gran
plan, ni palabras muy espirituales, aun sin saber, super desesperada, me paré
en medio de la sala de mi casa, llorando y empecé a clamar a Dios: ¡Señor,
ayúdame, no sé qué hacer, ni a quién recurrir, ten misericordia de mí Dios, y
por favor ayúdame, necesito de tu ayuda!
¿Qué creen ustedes que sucedió?
Fui y busqué una biblia que estaba metida en una gaveta; me la había regalado
mi hermano hacía muchos años. Yo misma estaba sorprendida de lo que estaba
haciendo; la abrí y casi que todo eran jeroglíficos para mí. Pensé: "¿Quién
lee esto? La verdad, no podía leer nada, pero mis ojos se posaron sobre este
poderoso versículo que decía: Yo, Jehová, soy tu Dios, quien te
sostiene de la mano derecha, y te dice: "No temas, yo te ayudo" Este
fue un impacto para mí muy grande y hasta me asusté y comencé a llorar en un
rincón; no hay que ser muy espiritual para entender que Dios estaba hablando
conmigo, contestando mi petición de ayuda, mi clamor y revelándome su Deidad,
paternidad, amor, poder y cuidado. Yo amo este versículo. Quiero decirte que
Dios sí escucha nuestras oraciones.
¿Cómo terminó la historia?
Maravillosamente, bien, me aprendí el versículo y lo recitaba de día y de
noche; lo hice mío. Un tiempo después cesó la opresión y podía dormir,
respirar, ver la luz; sentía una paz que nunca había tenido, estaba alegre, y
la verdad es que no entendía nada, pero el Señor me había librado de las garras
del enemigo y destruyó todos sus planes para hacerme daño a mí y a mi familia.
El Señor es bueno y poderoso en gran manera. ¡Aleluya!
¿Qué situación se le puede salir
a Dios de las manos? ¡Ninguna! Dios todo lo sabe, todo lo puede y todo lo ve. Y
cuando confiamos ciegamente en él, su mano poderosa nos ayudará y tendremos una
respuesta favorable que nos librará de cualquier situación y de toda opresión
satánica que estemos enfrentando y que amenace nuestras vidas, nuestras
familias, nuestros bienes, nuestra integridad, nuestra salud, la economía,
nuestra vida espiritual, una carencia, la soledad, una desesperación, un vicio,
una adicción, un vacío existencial, un dolor del pasado, una perdida, en fin,
Jesucristo nos advirtió que "En este mundo tendremos aflicciones"
Pero nosotras debemos confiar en él, la vida está hecha de retos, los problemas
son parte de la vida, pero Dios en su infinita misericordia está listo para
acudir a nuestro clamor de auxilio, por amor y por la gracia de Cristo Jesús.
Si hoy tú decides confiar
en el Señor y pedirle que te ayude en tu situación, te tengo muy buenas
noticias: él vendrá a ti para socorrerte, darte una salida y llenarte de su
paz. Confía y descansa en él; si lo hizo conmigo, lo hará contigo.
Su poderosa ayuda es la ayuda que
todos necesitamos. No temas, ríndete ante él, déjalo hacer la obra, acepta su
voluntad, déjate guiar por el mover de su Espíritu; recuerda que vas tomada de
la mano de tu padre que te ama.
Oremos: Señor
Jesús, gracias por tu amor y por tu misericordia; sé que la mejor decisión es
confiar en ti. Tu ayuda es lo que más necesito en estos momentos; confío en que
me defenderás y me ayudarás. Te ruego que no sueltes mi mano; solo contigo
podré soportar esta tormenta y salir ilesa. No temeré, estoy con el
Todopoderoso y el enemigo no me podrá vencer; pongo todo en tus manos y espero
confiada en ti. No te soltaré, veré tu bondad y tu amor de padre me cuidará.
Cuéntanos cómo Dios te ha ayudado
en tu caminar con él.











