miércoles, 25 de noviembre de 2015

JESÚS CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO


Juan 1:29 "El siguiente día vio Juan a Jesús que venia a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo"

A una gran mayoría de personas no les gusta que los llamen pecadores, ese título de mal gusto los enfurece y ofende;  -"¿Pecadora yo?" "¡Yo no soy ninguna pecadora!"
Pero Dios que es nuestro hacedor, el que nos deja por escrito la historia de la humanidad y nos hace saber que desde un principio el hombre transgredió su voluntad y le desobedeció, dejándose llevar por sus propios deseos y deseando ser igual a Dios rechazando su ley y mandatos y abriendo una enorme puerta al mal, representado por Satanás, que desde ese momento empezaría a introducir el mal en todas las generaciones y en el mundo hasta hoy,
Muchas veces a través de los terribles sucesos de la historia de la humanidad el hombre se ha preguntado; "¿Dónde está Dios?" "¿Por qué Dios deja que pasen estas cosas?...
La tierra también fue afectada por el pecado y la maldad del hombre ni tiene limites. Tanto la humanidad como la tierra claman y necesitan a su Salvador y Redentor. Todo el globo terráqueo en todas sus áreas está influenciado por el pecado, y en el opera al que Dios llama el enemigo de nuestras almas, Satanás el cual no quiere que ninguno se salve y cada día arrastra más y más hombres mujeres y niños a hacer todo lo contrario de lo que Dios nos demanda, influenciando a las naciones a que saquen a Dios de sus vidas, eliminen su palabra, detesten y rechacen a Jesucristo como Salvador y confundiendo a todos para que tomen caminos errantes que no acercan al hombre a Dios sino que los aleja y los aparta de su gloria eterna, causando así la muerte espiritual de todas las personas.
Romanos 3:23 "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios"

Los seres humanos son rebeldes por naturaleza; desde chiquito usted puede observar como los niños nunca quieren hacer lo que usted les dice, sino lo que a ellos les da la gana.


Todos somos pecadores y el pecado nos a apartado de nuestro creador, de nuestro Padre Celestial; porque Dios no es Dios de mal sino de bien, no es Dios de destrucción, dolor, tragedia; sino Dios de paz y de edificación; no es un Dios de separación; sino de unión, orden y familia; no es un Dios de la mentira, sino de la verdad; no es un Dios de tristeza, amargura y odio, sino de alegría y regocijo; no es un Dios de infidelidad, necesidad, enfermedad, ruina, chisme, murmuración, brujería, adivinación, pornografía, hipocresía, idolatría, ni de homicidio, ni venganza... Más bien es la fuente del verdadero amor, de la vida en abundancia, es un Dios de bendición, Dios de milagros, de poder, es el único Dios Eterno, Rey, el Todopoderoso quien purifica a los hombres y mujeres y niños por medio de Jesucristo para que seamos libres del pecado, libres de Satanás y del mal que mora en nosotros, de la rebelión y desobediencia que hay en nuestros corazones para que seamos nuevas criaturas, renovadas y santificadas por el poder de Dios, para hacer lo agradable y bueno ante sus ojos.
Isaías 43:25 "Yo, soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados".

Todos debemos venir a Cristo, éste, está representado como un cordero que iba a ser sacrificado para quitar los pecados del mundo; un cordero sin mancha y sin contaminación, el Padre lo dio por amor a nosotros, y él no se resistió sino que puso su vida para morir y padecer, siendo crucificado en una cruz por los hombres, llevando con él y padeciendo nuestros pecados, enfermedades, la falta de paz, el derramamiento de su sangre santa es para la purificación de nuestras almas. Jesús muere para que luego vencer y entregarnos una impagable e inmerecida victoria  resucitando al tercer día, porque él era Santo y no había pecado en él. Jesús tomo nuestro lugar y pago la cuenta que teníamos pendiente con Dios, solo Jesucristo nos justifica ante el Padre del Cielo, él es el único mediador entre Dios y los hombres, confesemos nuestros delitos y pecados ante Dios, reconozcamos que le fallamos a cada segundo, seamos de corazón humilde y vayamos ya a arrepentirnos ante el Señor. Nadie más nos puede perdonar los pecados, solo Jesucristo porque fue él quien tomó nuestro lugar y solo el puede hacernos libres del maligno, libres de la esclavitud del pecado y purificar nuestras almas y dejarla como él no los promete ¡Blanca como la lana!.


Cuando te arrepientes de tus pecados por medio de Jesucristo la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento humano entra a tu vida y transforma tú corazón porque eres reconciliado con Dios, su precioso Hijo pagó la cuenta y nos justifica ante nuestro Creador, quien ahora será nuestro Señor y Salvador el Rey de nuestra vida, nuestro hermano mayor que nos ayuda, redime, bendice, y por medio de quien somos santificados para tener una segura estadía eterna en el Reino de Dios.

Isaías 1:18 "Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana"

Mujer; ven a Jesús hoy y arrepiéntete de tus pecados y recibe la paz, y la redención que compro para ti, Jesucristo te perdona y nunca más se acuerda de tus pecados porque te son perdonados... Y como le dijo a la mujer adultera nos dice hoy: ¡Vete y no peques más!... Deja que tú Rey escriba una nueva historia en tu vida.