lunes, 18 de marzo de 2013

Mujer; haz estado entre la vanidad y la enfermedad

Perder el cabello es uno de los males que más hace sufrir a las mujeres y las deprime. Cuando sufrimos de la tiroides, o en otros casos y en otras enfermedades, por esto una mujer puede llorar y llorar y empezar a verse al espejo como la mujer más horrible del mundo, esto por la perdida en grandes cantidades de su hermosa cabellera. Mujeres que sufren cuando se ven al espejo y  que ven todo lo que el peine se trae al intentar arreglarse un poco, o todo lo que cae al piso cuando van a la ducha…  ¿Cómo sé todo esto? Pues; porque lo he vivido.
En mi caso,  la caída del cabello para mí ha sido un desastre, ante otros males de la tiroides, antes lloraba mucho y me deprimía, me angustiaba no quería salir, no encontraba que champú usar, no me quería peinar y ni hablar de ir a un salón de belleza, todo eso quedo exonerado para mí cuando la tiroides debilito mi cuero cabelludo y comenzó a tumbarme el cabello, lo externo no me sirvió de nada, si la medicación no estaba bien,  el cabello estaba mal.
En este camino, hacen algunos años me toco usar una peluca, en mi experiencia me fue muy mal, me sentía angustiada y ya pensaba que se me iba a caer, jajajajajaj, sentía que todo el mundo me miraba, cuando la usamos por coquetería y para adorno se siente muy bien, pero cuando sabemos que es porque abajo no hay nada o poco o por enfermedad, se hace bastante incomodo, es mas difícil, sin embargo le doy gracias a Dios que les ha dado a tantas mujeres esta solución y opción temporal o parcial, para cubrir su linda cabeza. 
En estos largos Diez años sin la tiroides, he tenido el cabello más hermoso y brillante, abundante y largo, como el más corto, feo, opaco, enfermo o casi nada de el en mi cabeza.
Por largas temporadas, se queda estancado sin crecer, cayéndose, con dolor  en el cuero cabelludo, debilidad entre otras cosas. Esto realmente me entristecía tanto, no quería ni mirarme al espejo, pase años esperando que llegará el gran día de verlo sano y en crecimiento ¿Pero saben qué? Está espera desesperante me estaba robando la vida y sumergiéndome en una dura y fuerte depresión, ansiedad y tristeza.
Un día Dios llegó a mi vida y me enseño que yo no valía una hermosa cabellera, sino mucho más que eso,  que El había puesto sus ojos en mi porque me amaba y me veía como la más hermosa de las mujeres, sabía que había sufrido  y estaba sufriendo, pero El quería bendecirme y usarme para ayudar a otros, cuando Dios se fijo en mí, no vio mi cabello sino mi lucha y un corazón necesitado, un corazón que pedía ayuda y restauración y que estaba  perdido,  que anhelaba la calma, ya no deseaba vivir con los ojos puestos en la triste enfermedad, ni en la depresión, ni en el que dirán sino que deseaba poner los ojos en la alegría, en la paz y en la gloria del Señor.
Mujer; quita tus ojos de tu enfermedad y entregásela a Dios, El es el mejor médico que existe y te quiere ayudar, ya no sufro mas por mi cabello, me he concentrado en mi relación con Dios y en el valor que tengo para El, para el Señor soy hermosa no importa lo que digan los demás cada día estoy mejor  y sé que en sus manos estaré completamente sana, a salvo y estable, si tu lo buscas también lo estarás, porque Jesús no se le niega a nadie, su puerta siempre está abierta para ti, tu aspecto es lo de menos para El, el dice: "todo es vanidad",  es pasajero, tu corazón es lo que mas le importa, así que no lo pienses mas y déjalo entrar.
En el nombre de Jesús...  Amén 
"Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu"  Eclesiastés 1:14