jueves, 29 de febrero de 2024

DIOS LO VE Y LO SABE TODO

 

Salmo 139:1-3 "Señor, tú me examinas, tú me conoces, sabes cuando me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. 
Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares".

¿Cómo estás? ¿En dónde te encuentras? ¿Estás feliz, triste, acompañada, sola, enojada? 

Dios todo lo sabe y todo lo ve. "Todo lo ve" Omnipresencia de Dios "Todo lo sabe" Omnisciencia de Dios. El salmista David dijo: "Mi embrión vieron tus ojos" Esto nos muestra mucho más de lo que podemos comprender, pero podemos ver la divinidad y la presencia de Dios desde nuestra gestación. "¿A dónde huiré de tu Espíritu?" Es completamente imposible que nos escondamos de la presencia del Espíritu Santo de Dios.

Dios te ve, y conoce tu día a día, "Tu sentarte y tu pararte" él sabe todo de su creación, la situación en que cada uno se encuentra, nada, ni nadie, se puede ocultar de los ojos de Dios. Hay cosas que hacemos o que pensamos y creemos que ni siquiera Dios las puede ver y eso no es verdad, él nos ve por dentro y por fuera, en la luz y en la oscuridad, lo profundo de cada ser humano Dios lo ve y lo conoce. Sentimientos, emociones, pensamientos, meditación sueños, enojos, envidias, maldad, alegrías, frustraciones, rencor, todo cuanto pueda pasar por nuestra mente y lo que se aloja en nuestro corazón, en nuestra alma, la omnisciencia de Dios lo sabe, por eso no podemos ocultarle nada.

Sal. 139:7 "¿A dónde me iré de tú Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?


Hoy en día con las redes sociales parece que la intimidad se extinguió, las personas desean ser vistas, y con una cámara lo logran, eso sí, solo lo que quieren, o lo que les conviene, aunque algunos enseñan demás, otros muestran sus atributos y esconden sus imperfecciones. Pero nuestro Dios nos creó y el no necesita cámara para ver o conocer nuestra intimidad, su ciencia conoce y ve lo bueno y lo malo, lo que escondemos de las personas, complejos, secretos, lo extraordinario y lo horrible, logros, éxitos, felicidad, planes, las intenciones con las cuales hacemos las cosas, absolutamente todo lo que puede tener una persona, ante él estamos desnudos, él ve lo que nos rodea, cada rincón de nuestro hogar, a Dios no lo podemos engañar.
Así mismo también conoce nuestra situación, entre tantos casos, Genesis 16 nos presenta el caso de Agar, la sierva de Sara, esposa de Abraham, quien huye con su hijo de su sierva y en el desierto sin alimento y sin agua con su hijo llorando a punto de morir, tiene un encuentro con Dios y este le muestra una fuente de agua y le da una promesa para su hijo y ella impactada llama a Jehová "Tú eres Dios que me ve" 
Job 28:24 "Él puede ver los confines de la tierra; él ve todo lo que hay bajo os cielos"


Aunque él todo lo sabe y todo lo ve, él quiere que tengamos una relación personal con él por medio de Jesucristo y lo invitemos a ser parte de nuestra vida y que contemos con él en cada situación que podamos estar atravesando, como un hijo cuenta con su padre el Señor sin dudarlo te ayudará y te sustentará, en cualquier circunstancia o situación su verdad y su misericordia pueden tocarte. Los problemas nos llegan, pero muy pronto Dios nos llena de calma y nos muestra la salida. 

Dios es quien nos da la vida, él nos hizo desde el vientre de nuestra madre. 139:13 "Porque tú formaste mis entrañas; tu me hiciste en el vientre de mi madre", él nos bendice, nos provee, nos defiende, nos enseña, nos multiplica, y nos da todo lo que necesitamos interna y externamente.  
El enemigo nos ata, nos maldice, enferma, destruye, nos hunde en el pecado, en la maldad, nos llena de resentimiento, es muerte, odio, ira, fracaso, es oscuridad y toda maldad etc.
Jesucristo es perdón de pecados, salvación, libertad, vida en abundancia, bendición, restauración, reconciliación con el Padre, restitución, gracia etc.
Jesús hace una obra en nosotras, llamada nuevo nacimiento, nos limpia internamente, nos perdona, restaura nuestro interior, nos liberta y quita las cadenas del dolor, el rencor, la ira, la ofensa, cuando Jesús llega a nuestra vida aunque él lo sabe todo, debemos confesarnos ante él y entregarle todo lo que llevamos dentro, para que el Espíritu Santo haga su obra en nosotras y nos limpie, purifique, santifique, quite toda mancha de pecado, por medio del perdón, perdonar y perdonarnos para que seamos verdaderamente libres en Cristo Jesús y así las cadenas en nuestro interior sean rotas. Dios no ignora lo que ve y lo que sabe. 

Hebreos 4:13 "Ninguna cosa creada escapa de la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de dar cuentas"

Mujer, habla con el Señor Jesucristo, él lo sabe todo de ti y ve todo en ti, busca su presencia y comunícate con él, exprésale tu sentir, saca todo lo que llevas dentro bueno o malo y ponlo ante él, pídele perdón por cualquier situación o emoción contraria, pídele ayuda, si tienes que arrepentirte hazlo, dile como te sientes, como amaneciste, dale las gracias por la vida, por el día, por tu casa, tu familia, tanto que tenemos que agradecer. Exprésale tus ideas o proyectos o simplemente alábale y dile: ¡Padre en ti confió! ¡Gracias Señor Jesús por perdonarme y amarme! ¡Espíritu Santo aquí estoy examina mi corazón! Lee la palabra de Dios que es como agua al sediento, ten una vida agradable al Señor y confía en él y en su guía.
Dios es bueno, sus atributos no son para juzgarnos o para señalarnos, más bien Dios desea guiarnos a camino de eternidad, guiándonos a los brazos de Cristo Jesús, confía en todo momento en él, recuerda que él lo sabe y lo ve todo.