domingo, 1 de abril de 2018

JESÚS RESUCITÓ POR TI

Lucas 24:5-7  Las mujeres quedaron asustadas y se inclinaron rostro en tierra. Entonces los hombres preguntaron: ¿Por qué buscan entre los muertos a alguien que está vivo? ¡Él no está aquí! ¡Ha resucitado! Recuerden lo que les dijo en Galilea,  que el Hijo del Hombre debia ser traicionado y entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y que resucitaría al tercer día.  Entonces ellas recordaron lo que Jesús le había dicho.

En este pasaje tan revelador y lleno de esperanza en donde se nos relata la resurrección de Jesús, podemos leer como algunas mujeres fueron a visitarle y a llevar especies aromaticas a la tumba, sin imaginar la gran sorpresa que encontrarían, la piedra de la entrada estaba removida, un cuerpo que había desaparecido y dos ángeles que les recordaban a las mujeres lo que Jesús antes les había dicho: "Seré crucificado pero resucitare al tercer día"

Y es emocionante saber que Dios le dio este privilegio a las mujeres, en los 4 evangelios se da testimonio que fueron las mujeres que se encontraron con esta gran sorpresa y fueron ellas las que fueron a darle la buena y sorprendente noticias a los discípulos de Jesús.
Los ángeles le hacen una pregunta contundente a las mujeres: "¿Por qué buscan entre los muertos a alguien que está vivo?" Y es que, los vivos estan con los vivos... Pero ciertamente hoy en día muchas personas buscan, adoran y cargan a Jesús en sus corazones y en sus vidas, ¡muerto!, y es un Jesús que no se comunica, no les ayuda, no guía, no restaura, no liberta, no les sana y no los salva, tampoco los cambia, está crucificado dentro de ellos, y no logran ver su vida con vida.
; Pero querida amiga; nuestro Jesús ¡Esta vivo!, ¡Jesús resucitó!, salió del mundo de los muertos, no habia pecado en él y la muerte no lo pudo retener, la muerte es el pecado en nosotros, es por ellos que todos debemos venir a Jesús para que él justifique nuestros pecados delante del Padre, fue por causa de nuestra maldad que Jesús se entregó por cada uno de nosotros, pagando la deuda que a cada uno nos tocaba pagar ante Dios, él fue el sacrificio perfecto para darnos a nosotros una oportunidad preciosa de ser salvos, él es el mediador entre Dios y los seres humanos, tan solo tenemos que ser conscientes de nuestro pecado y entregarle nuestra vida a Jesucristo el Hijo de Dios, para nosotros también vivir en él y con él. Jesucristo vive porque él un día resucitó, y esa es nuestra oportunidad para que él viva dentro de nuestro corazón.

 "¡Él no está aquí! ¡Ha resucitado!" Jesucristo después de resucitar se les apareció a los apóstoles y les hablo del Reino de Dios, y fue visto por mucha gente e hizo muchos milagros, hasta que descendió y fue recibido arriba en el cielo y esta sentado a la derecha del Padre Celestial. Él ya no está en el sepulcro y tampoco esta en la tierra, él dejo con nosotros al Consolador para que nos diera convencimiento de pecado, nos guiara, limpiara, sellara y preparara a su iglesia para las bodas del Cordero.
Hechos 1:3 A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.

"Recuerden lo que les dijo..." En la Biblia está escrita la Palabra de Dios, y cada palabra, cada promesa habla verdad, todo lo que Dios dijo, se cumplió y aun lo que falta se cumplirá. Jesús antes de ser crucificado y antes de resucitar lo anunció a sus discípulos y así ellos lo vieron, hoy tenemos que saber que sus palabras promesas y profecías se cumplen porque Dios no miente, tengamos mucho cuidado al ignorar las palabras de Jesús porque veremos hoy el cumplimiento de cada una de ellas, decida hoy, ser usted amiga mía, una creyente y no una incrédula. Él dijo en su palabra que todo lo que salió de su boca se cumpliría.

"que el Hijo del Hombre debia ser traicionado y entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado," Nada de esto pasó por error, nadie podía impedirlo, porque esto era un plan de Dios desde la caída de Adán, el primer hombre, al pecado, Dios prometió un Salvador para la humanidad, así que Jesús nació para ser crucificado y para ser una puerta de salvación a la humanidad. Es por eso  que Jesús es llamado el segundo Adán.
Juan 18:10 Nadie puede quitarme la vida sino que yo la entrego voluntariamente en sacrificio. Pues tengo la autoridad para entregarla cuando quiera y también para volver a tomarla. Esto ordenó mi Padre.

"resucitaría al tercer día" Hoy y hasta el fin de los tiempos, nosotros los cristianos descansamos en su resurrección la que nos da una perfecta y poderosa esperanza y una oportunidad para que nuestra alma sea salva y para que nuestra vida terrenal pueda ser llevada y guiada por el Espíritu Santo y sea agradable a Dios, teniendo el privilegio de poder tener una comunión personal con nuestro Rey, y deleitarnos en la presencia de Dios, sirviéndole con todo nuestro amor, y escudriñando su Palabra.
Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo les he dicho.

Todos somos pecadores y todos estamos destituidos de la gloria de Dios, no hay justo ni aun uno; así que no hay excusa para creer que Jesús vino a salvar a unos cuantos, vino por todos, no hay mujer u hombre bueno que no lo necesite, el sacrificio de Jesús y su sangre derramada es necesaria que sea aceptado en cada corazón para salvación de su alma y postrer vida eterna.
La semana santa no es un tiempo de descanso, es un tiempo para reflexionar, para abrir los corazones y tomar la decisión más importante de tu vida, recibir a Cristo como Señor y Salvador de tu alma, para que toda tu cuenta ante Dios sea quitada y pagada y justificada por el sacrificio de Jesús...
Recuerda algo que Dios no puede ser burlado, solo él conoce tu situación, y lo profundo de tu corazón, Jesús te ama y hoy tienes la oportunidad de descansar y confiar en sus promesas y vivir refugiada en él, desde ahora y para siempre. Todo fue por ti...

Así que hoy en agradecimiento, le entregamos nuestra vida a Jesucristo con toda sinceridad. Has esta oración:

Señor Jesús, gracias por sacrificarte en mi lugar, gracias por pagar mi deuda y darme una esperanza para vivir aquí y en la eternidad, Hoy decido recibir a Jesucristo como mi Salvador personal y mi Señor, me arrepiento de todos mis pecador y te pido perdón, entra a mi corazón y hazme una nueva criatura, le pido a tu Santo Espíritu que me guie a ti. En el nombre de Jesús. ¡Amén!.