—¡Perdón! —Esta palabra puede
salir de nuestros labios, pero no de nuestro corazón; es por ello, por lo que,
el único que nos da las fuerzas y una poderosa razón para perdonar a quienes
nos han ofendido es Dios. Veamos algunas verdades poderosas que nos llevarán a
perdonar con todo nuestro corazón:
1. Sí, perdono; Dios me perdona a
mí también el daño que he hecho a los demás y todos mis errores.
2. Puedo tener una
relación directa con Dios por medio de su Hijo Jesucristo. Es por medio de Él
que entra el perdón a la humanidad.
3. Solo en Dios, el
perdón tiene resultados para salvación y para la eternidad.
4. Una razón personal es que, nosotras
también hemos dañado y hemos ofendido a otros. Y cuando perdonamos y pedimos perdón, somos libres del dolor, y las
heridas del corazón son sanadas.
5. Podemos tener un
corazón libre del rencor, orgullo, enojo, resentimiento, amargura y odio.
Tu corazón estará sano, lleno de alegría, de paz y de esperanza.
6. Saber que la fuerza para
perdonar no viene de nosotras; es por medio de una relación personal con el
Señor Jesucristo, que el Espíritu Santo actúa en nosotras y obra para libertad.
7. Perdonar te hace libre de demonios, de enfermedades, de pobreza, de persecuciones, porque le quita los derechos legales que Satanás tiene contra ti para oprimirte.
Debemos tener en cuenta que Juez únicamente es Dios; él es el
único que puede juzgar la vida de cada uno de los humanos porque él nos creó, y
él es el único que puede conocer la profundidad de las actitudes humanas, su justicia y su misericordia serán la balanza. Y mientras nosotras señalamos a alguien, otros nos señalan
a nosotras.
Cuando le entregamos nuestro corazón a Jesucristo y somos perdonadas, la perspectiva de las cosas cambia. Dios te da amor para entender el agravio de otros hacia ti y ese amor te va a llevar a amar a esas personas y a no juzgarlas. Debemos perdonar sin condición, como el Señor nos perdonó a nosotros.
Debo tener en cuenta que, perdonar a otros, incluso en las manos de Dios, puede ser un proceso que puede ir por partes y por áreas; eso va a depender mucho de la disposición y cooperación que nosotras pongamos ante Dios. Tener fe en que el Señor nos va a ayudar determina el resultado.
Dios está dispuesto a darte la
paz del perdón que tanto necesitas; entrégale a Jesucristo todas esas áreas en
donde te sientes ofendida y dolida; recalca el deseo de perdonar a esas personas que te hicieron daño las veces que sea necesario, "SETENTA VECES SIETE";
esto no es algo matemático, sino un perdón ilimitado. Reconoce que también has
dañado a otros y pide perdón por ello.
Mateo 6:14 "Porque si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre Celestial"
Oremos: Señor Jesús, hoy vengo
ante ti a entregarte mi corazón y a pedirte que perdones todos mis pecados y errores. Me
arrepiento de pecar contra ti. Hoy te confieso como mi Señor y único Salvador. Reconozco que eres el Hijo de Dios. Entra en mi corazón, sánalo, purifícalo y
saca el dolor de la ofensa que llevo en él; necesito ser libre del rencor. En el nombre del Señor Jesucristo. ¡Amén!
"...No te digo que, hasta
siete veces, sino hasta setenta veces siete —le contestó Jesús".
