Salmo 23:3: "Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre."
"Confortará" significa
brindar consuelo, alivio y fortaleza. Creo que todas nosotras en algún momento,
hemos clamado a Dios y le hemos pedido que nos dé consuelo, que nos alivie el
dolor que sentimos a causa de una aflicción, o que nos fortalezca en tiempos de
prueba para no desmayar.
David, nos muestra en los salmos que,
aunque él amaba a Dios, pasó por muchas pruebas, aflicciones y desiertos tales
como: conflictos familiares, enfrentó el desprecio, luchó contra gigantes, tuvo
misiones suicidas, golpes de estado, guerras civiles y batallas interminables
con naciones enemigas. Tuvo que huir de hombres que querían matarlo. Perdió
amigos e hijos. Fue traicionado y burlado por personas que él amaba, mintió,
mató y pasó por momentos de tristeza y desasosiego etc. No obstante, nada lo apartó
de su Señor. Dios dijo que David era un hombre “Conforme a su corazón” Su sensibilidad
y amor hacia su Creador Todopoderoso, fue más grande que sus errores y sus
conflictos internos. Veamos las declaraciones y canticos que el salmista le
escribe a su Eterno Adonáis.
“Confortará mi alma”: El
versículo comienza destacando la acción de "confortar" o restaurar el
alma. Que sería: Animar, alentar, consolar a una persona afligida. Esto implica
sanar heridas emocionales, aliviar el dolor y traer paz interior. La palabra
original en hebreo implica un retorno a un estado original y mejor. Dios nos
consuela mediante el Espíritu Santo y la comunicación a través de la oración,
la Biblia, y usa cada una de las pruebas para darnos fortaleza y para que luego
podamos consolar y ayudar a otros.
“Me guía por sendas de
justicia”: Dios no solo restaura, sino que también guía a sus hijos. El
salmista reconoce que Dios lo conduce por "sendas de justicia", es
decir, el Espíritu de Dios nos hace andar por caminos correctos y rectos basados
en su moral y su palabra, que nos llevan a una vida plena y con propósito en la
tierra.
“Por amor de su nombre”:
La motivación detrás de esta guía y consuelo es el amor de Dios y su deseo de
ser fiel a su nombre, moral y carácter. Dios actúa por amor, no por obligación.
Nosotros le respondemos porque reconocemos su grandeza.
David nos enseña en el Salmo 23:3
que, Dios no solo se preocupa por nuestras necesidades físicas, sino también
por nuestro bienestar emocional y espiritual. Nos ofrece consuelo, guía y la
promesa de una vida justa, todo basado en su amor incondicional. Nuestra alma
puede ser restaurada por el Espíritu Santo, y solo él nos puede guiar a puerto
seguro, haciendo que cada instante de nuestras vidas seamos perfeccionados en
él y para él. Nuestro testimonio debe hablar del poder de nuestro Dios y así
mismo con él, debemos glorificar y exaltar el nombre de nuestro Padre y Señor
Jesucristo.
Si estás afligida, recuerda que, Jesucristo
de Nazaret tiene el poder para sanar, liberar y confortar toda tu alma.
¡Aleluya!
Salmo 62:1 Solo en Dios halla
descanso mi alma; de él viene mi salvación.
Yubisai Suniaga Rada
No hay comentarios:
Publicar un comentario