domingo, 21 de septiembre de 2025

CONFORTARÁ MI ALMA

 


Salmo 23:3: "Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre."

"Confortará" significa brindar consuelo, alivio y fortaleza. Creo que todas nosotras en algún momento, hemos clamado a Dios y le hemos pedido que nos dé consuelo, que nos alivie el dolor que sentimos a causa de una aflicción, o que nos fortalezca en tiempos de prueba para no desmayar.

David, nos muestra en los salmos que, aunque él amaba a Dios, pasó por muchas pruebas, aflicciones y desiertos tales como: conflictos familiares, enfrentó el desprecio, luchó contra gigantes, tuvo misiones suicidas, golpes de estado, guerras civiles y batallas interminables con naciones enemigas. Tuvo que huir de hombres que querían matarlo. Perdió amigos e hijos. Fue traicionado y burlado por personas que él amaba, mintió, mató y pasó por momentos de tristeza y desasosiego etc. No obstante, nada lo apartó de su Señor. Dios dijo que David era un hombre “Conforme a su corazón” Su sensibilidad y amor hacia su Creador Todopoderoso, fue más grande que sus errores y sus conflictos internos. Veamos las declaraciones y canticos que el salmista le escribe a su Eterno Adonáis.

“Confortará mi alma”: El versículo comienza destacando la acción de "confortar" o restaurar el alma. Que sería: Animar, alentar, consolar a una persona afligida. Esto implica sanar heridas emocionales, aliviar el dolor y traer paz interior. La palabra original en hebreo implica un retorno a un estado original y mejor. Dios nos consuela mediante el Espíritu Santo y la comunicación a través de la oración, la Biblia, y usa cada una de las pruebas para darnos fortaleza y para que luego podamos consolar y ayudar a otros.

“Me guía por sendas de justicia”: Dios no solo restaura, sino que también guía a sus hijos. El salmista reconoce que Dios lo conduce por "sendas de justicia", es decir, el Espíritu de Dios nos hace andar por caminos correctos y rectos basados en su moral y su palabra, que nos llevan a una vida plena y con propósito en la tierra.

“Por amor de su nombre”: La motivación detrás de esta guía y consuelo es el amor de Dios y su deseo de ser fiel a su nombre, moral y carácter. Dios actúa por amor, no por obligación. Nosotros le respondemos porque reconocemos su grandeza.

David nos enseña en el Salmo 23:3 que, Dios no solo se preocupa por nuestras necesidades físicas, sino también por nuestro bienestar emocional y espiritual. Nos ofrece consuelo, guía y la promesa de una vida justa, todo basado en su amor incondicional. Nuestra alma puede ser restaurada por el Espíritu Santo, y solo él nos puede guiar a puerto seguro, haciendo que cada instante de nuestras vidas seamos perfeccionados en él y para él. Nuestro testimonio debe hablar del poder de nuestro Dios y así mismo con él, debemos glorificar y exaltar el nombre de nuestro Padre y Señor Jesucristo.

Si estás afligida, recuerda que, Jesucristo de Nazaret tiene el poder para sanar, liberar y confortar toda tu alma. ¡Aleluya!

Salmo 62:1 Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación.


Yubisai Suniaga Rada