lunes, 22 de septiembre de 2025

PADRE PERDONALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN


 Lucas 23:24 “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".

Esta frase, la dice Jesús en el momento en que estaba siendo crucificado, ¿Y para quién era?  Para sus verdugos. Jesús se dirige a su Padre, para hacer una intercesión, una petición de perdón por los soldados romanos y por todos aquellos quienes le estaban acusando injustamente, causándole un gran dolor y sufrimiento, hasta la muerte.

Pero ¿Cuál era la causa de la petición? Eran llevados por la ignorancia. La razón que ofrece Jesús para este perdón es que, aquellos que lo estaban crucificando: "no saben lo que hacen", reflejando su inconsciencia, su cero conocimiento del mal que estaban cometiendo y su total ignorancia de este hecho. Entendiendo también que, en Juan 10: 18 Jesús dijo: "Nadie me quita la vida, sino que yo la doy por mi propia voluntad…” Esto era un plan de Dios, pero aun así le dolió.

Hoy, el mundo está conmocionado por el asesinato del Activista conservador “Charlie Kirk” un hombre de paz, que solo confrontaba al mundo con la verdad y la hechura original de cada cosa y con la verdad de Dios en las Escrituras, ya que, era un hombre de fe, creyente de Cristo Jesús.

Pero, la enseñanza más grande después de esta tragedia que enfrenta una familia es escuchar a su esposa: “Erika Kirk” llena de dolor y entre lágrimas, decir ante una multitud y ante el mundo, estás mismas palabras que dijo Jesús: Padre perdónalos porque no saben lo que hacen Y luego dijo: A este hombre, a este joven, lo perdono Waaooo… El mundo se quedó en “Shock”, se pusieron de pie, la ovacionaron y muchos lloraron con ella.  Estamos acostumbrados a no perdonar, sino a odiar y a tomar venganza. Esta mujer, esta esposa que se siente destrozada, es un ejemplo del perdón de Dios, el perdón que solo en Cristo y en la fe que profesamos podemos dar. (El Señor la fortalezca) Tengamos empatía y oremos los unos por los otros, porque la maldad cada vez será peor. 

Aun dentro de la iglesia, muchos creyentes se niegan a perdonar, pero el perdón, es un mensaje de amor y misericordia. Está frase representa un acto de misericordia sin límites, en donde se perdona a los que quizás para nosotros no merecen el perdón nuestro, ni el perdón de Dios, pero no se dejan llevar por los sentimientos y solo fortalecidos en el Espíritu de Dios, se trasladan a la verdad y a la decisión final de obedecer al Padre y entregar el perdón.

Este es el ejemplo más grande de bondad y comprensión hacia nuestro prójimo, cuando aún en ignorancia y guiados por el mal, actúan y hacen daño, pero el Señor con su ejemplo nos dice, tengan sabiduría espiritual, amen y perdonen, no pagando mal con mal, sino con bien, al mal.  

Dios hace un llamado al mundo y a su iglesia, que ya ha sido perdonada, al “perdón mutuo”. Al abrazar nuestra propia necesidad de perdón, esta oración invita a los seres humanos a perdonarnos unos a los otros, mutuamente, como un acto que trasciende la naturaleza, a las tinieblas, al tiempo y que abarca a toda la humanidad, para cumplir el mandato de Dios.

Es importante entender que, el perdón en muchas ocasiones no elimina las consecuencias de las malas acciones y no significa que uno deba permitirse ser dañado una y otra vez, pero si tenemos que entender que, a pesar del dolor y de lo que haya sucedido, debemos limpiar nuestro corazón con el perdón, para que no seamos llenos de rencor, odio, ira y del deseo de venganza, eso nos ayudará a no ser presa del enemigo y a mantener limpia nuestra alma, mente y espíritu delante del Señor.

El perdón de Dios es un acto de amor y misericordia mediante el cual Dios borra nuestros pecados y nos restaura a una relación con Él. Es la remisión de la culpa por nuestras acciones.

El punto más importante sobre el perdón de Dios es que es un regalo gratuito y él lo ofrece a todos. No se gana por buenas obras, sino que se recibe por fe en Jesucristo. A través de la fe, recibimos el perdón y la vida eterna.

Todos hemos tenido que perdonar a alguien, si le has entregado tu vida a Jesús de Nazaret y fuiste perdonada, fortalécete en el poder de su fuerza y perdona a quien te haya hecho daño, no le des lugar al diablo, y sigue adelante, que su Santo Espíritu te ayudará a superar el dolor o la ofensa y pronto darás testimonio de la obra que el Señor a través de su Espiritu y su palabra han hecho en tu vida.

Mateo 6:14-15 "Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre perdonará sus ofensas".


Yubisai Suniaga Rada

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