Salmo 23:5 "Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores…"
No sé, como te imaginas una
escena así, quizás veas a Dios arreglando una mesa esplendida con todo lo mejor
para ti, y tus enemigos físicos y espirituales enfrente de ella mirando,
llenos de odio, y crujiendo los dientes. Vamos a tratar de ver en su contexto como puede ser esa
escena.
La palabra: “Aderezas” en
hebreo, implica un significado mucho más profundo que simplemente poner comida
en una mesa, sugiere también que se pone todo en orden, bien arreglado y
embellecido. Es una mesa real, un banquete abundante con todos los adornos y
utensilios necesarios para un rey.
Esto nos dejar ver que, Dios prepara un banquete o una
mesa de provisión para cada uno de sus hijos, haciéndole una honra pública, porque según el versículo, esto no sucede en lo secreto, sino frente, a la vista de tus enemigos o de aquellos que te persiguen. Los que te inventan falsos testimonios, te
calumnian, te angustian, te atormentan, ellos estarán presentes observando la honra que Dios
te va a hacer.
Pero, aquí también podemos ver la
protección Divina, la protección que Dios ofrece a sus hijos. Incluso cuando estamos
enfrentando desafíos, adversidades, enfermedades, tragedias. Dios nos asegura
que él nos provee un lugar seguro y nos está cuidando. Esto nos certifica que
no estamos solos en ninguna de nuestras luchas, él no nos abandonará, no nos
dejará, su amor y paternidad nos provee protección ante las pruebas y ante la oscuridad.
La “mesa” es un lugar de provisión, alimento, reunión. Está simboliza la comunión, el pacto, la hospitalidad de Dios. Es un lugar sagrado de conexión con lo divino, donde se recibe y se comparte la bendición que el eterno nos a dado. Es provisión y saciedad, no solo en lo natural sino también en lo espiritual. Es palabra, fe, el pan y el vino, poder, las "Buenas Nuevas". Es Cristo a la mesa, son las Bodas del Cordero. Entonces “Aderezar mesa" implica una especie de celebración y un acto de victoria amenizado por Dios. Por medio de Jesús podemos experimentar la paz y la abundancia, incluso en presencia de aquellos que intentan hacernos caer, hacernos mal o daño. Estas palabras de David nos dan seguridad y nos afirman a saber que el mal, ni satán, ni los hombres, ni las circunstancias, ni los errores, tienen la última palabra de nuestras vidas.
Los
"angustiadores" son personas u otras entidades que traen opresión,
dolor, calamidad, aflicción y ansiedad a la vida del creyente, buscando siempre desviarla del camino y de la verdad de Dios. Por eso, cada día debemos buscar más y más de la presencia de nuestro Padre. El hecho de que Dios prepare la mesa "delante de
mí" me muestra su cercanía y su constante presencia en mi vida. Solo
en él encontramos consuelo, fortaleza y dirección, sin importar lo que suceda, somos parte de su cuerpo y de su grey. Su protección divina estará sobre mí y ahuyentará a quienes quieren hacerme daño.
Así que, esta escena, nos apunta a que hemos
vencido a nuestros enemigos, pero también debemos reafirmarnos, porque esto provocará
a nuestros angustiadores y buscarán la forma de hacernos caer. Por eso debemos
permanecer siempre en su presencia. Pero, no solo es eso, al preparar la mesa en presencia de nuestros
angustiadores, Dios también muestra su poder, autoridad y su respaldo sobre
nuestras vidas, propósito y sobre nuestro linaje. Esta es una forma de
demostrarle al enemigo y a los que nos persiguen que, Él está en control y que
nada puede separarnos de su amor y cuidado. Es una declaración audaz de fe y
confianza que nos hace el cielo. Nosotras debemos ser humildes y rendirnos ante el cuidado de nuestro Padre.
Por ende, podemos corroborar, que habrá abundancia y tendremos la bendición de Dios en nuestra mesa. Todo esto es un símbolo de abundancia y bendición para sus hijos. Dios nos ofrece más de lo que necesitamos, abundantemente e incluso en los momentos más difíciles. Él proveerá. Y nos invita por medio de Cristo Jesús a disfrutar de su provisión y a experimentar la alegría y la paz que solo él nos puede dar. El Espíritu Santo nos hará disfrutar y vivir las grandezas de nuestro Padre Eterno.
Recibe hoy la mesa real. Siéntate porque el banquete está servido. Tu Dios ha preparado para ti y para los tuyos un gran agasajo y Jesús está a la mesa. "Nada nos podrá separar de su amor" ¡Aleluya!
Salmo 23:5 (DHH) dice:
"Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos…”
Yubisai Suniaga Rada
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